Se me escapa y no encajan las dudas primigenias,
de este olvido, reclamo insistente que no cesa.
de este olvido, reclamo insistente que no cesa.
III
Hay un frio mortal en cada ojo que no deja de gritar,
mientras la carne se agrieta entre alfileres.
IV
Me sobra la certeza que dan las derrotas del camino,
para enlazar eslabones que rindieron pleitesía.
V
Cuando sorprende una mirada que palpita,
siento,
Hay un frio mortal en cada ojo que no deja de gritar,
mientras la carne se agrieta entre alfileres.
IV
Me sobra la certeza que dan las derrotas del camino,
para enlazar eslabones que rindieron pleitesía.
V
Cuando sorprende una mirada que palpita,
siento,
aún no es tarde.
Nunca es tarde querida amiga, para nada.
ResponderEliminarUn abrazo.