19.1.14

COMO HUMO QUE SE EXTINGUE




Hay silencios que amedrentan las paredes
y las hace respirar con mil quebrantos,
dejando la piel deshilachada
en un trance que acalla el pensamiento.

Hay una extraña sombra en cada esquina disecada,
y el eco de un temblor retumba entre las venas
cuando la luz se extingue entre la piel y la mortaja.

Mientras rezuma perfidia a borbotones,
el rubor de la cautela  te avasalla,
con una resonancia que doblega,
  haciendo dislocar  sin alegatos
fundamentos y reservas.

Huérfana de lágrimas quedo exenta
de oficios  y desganas mal paridos.

Si la ofrenda fue una dicha y dio monsergas,
hoy dimito,  pongo fin a los desmanes,
neutralizo la  indolencia y la suprimo,
como el humo que se extingue
de un cigarro entre los dedos.

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