Los silencios no matan,
comulgo con mis silencios,
todos tienen nombre propio.
VII
Las manos quedan mudas y duele el aire
cuando acosan ausencias.
Son momentos de lluvia.
VIII
La nostalgia bautiza hoy el día con un golpe silente,
pálpitos moribundos se asoman a la boca redimiendo exilios.
VIII
La nostalgia bautiza hoy el día con un golpe silente,
pálpitos moribundos se asoman a la boca redimiendo exilios.
IX
Hay algo más
despiadado que el silencio,
y es reconocer
nuestra propia mudez amortajada.
X
Describir
cada sensación
al instante en que se
propaga por las venas,
no podría devolver la
emoción que sacude al alma,
en anteriores
momentos,
porque cada
sentimiento,
cada palabra,
cada hálito,
provocan un mar de
sensaciones
que conmueven y
renuevan el alma,
al segundo de
vivirlos.
Pero tu describes en tus versos todo eso y seguro que, al final, el alma queda más ligera.
ResponderEliminarUn abrazo.