18.1.22

...Y EL VERBO SE HACE CARNE

 Solo un instante para la transición y la muerte,

breve intervalo para infringir el caos,

basta el arrebujo de unos pétalos en forma de palabra

y en sinfonía convierte el vaivén de la sangre.

 

Alquimia de vocablos que transmutan

explosionando en las entrañas,

irrefrenable celo poseyendo a voluntad.

 

Tan solo un instante en este advenimiento

dictador de sentencia en arrebatos,

doblegando impulsos de resistencia.

 

Candente lava en latidos,

dulce vino embriagador

que vulnera con misteriosa influencia,

doblegando sin pausa

en contracciones convulsas.


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