13.1.22

IMPOTENCIA



He sentido transformarse en noche
el alma de los desquiciados,
y escuchado su voz feroz e inhumana,
sobresaliendo como grotesca, cual turba depravada,
sobre los murmullos desolados de los íntegros e inocentes.

Vi convertirse en penunbra,
la crueldad solapada de los hipócritas,
con el exagerado egoísmo y sin razón que los identifica,
encubriendo la humildad y nobleza
de los honestos y sencillos hombres de conciencia.

Percibí una inmensa desazón,
una angustia desbocada,
sentí tanta rabia contenida,
que la cólera cercenó mi garganta
y asesinó su torrente contenido.

Lloré,
lloré muda de angustia e impotencia retenida,
sembrando de incertidumbre mi conciencia dolorida,
y la noche fue ciega,
y la luna oscura como la noche,
y la furia...
sobrecogedora y muda.

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