30.3.22

SEDUCCIÓN PERVERSA (No al maltrato)

                                     

 


 

Fantasmas obstinados gritaban,

pugnaban por salir al descampado.

Del fondo del dolor emergieron raíces

hasta consagrar el recuerdo de otros días

impregnando silenciosos sueños

 en nostalgias.

 

¡Te quiero ¡

-la decía-

con rosas de impotencia,

hasta dejar tatuada su piel

en verdugones de ira irreverente,

 ella callaba con triste disimulo,

frenando pavores y congojas

esperó una siguiente acometida.

 

Amordazando ilusiones

ratificó su mansedumbre

como una vieja letanía.

 

¡Te quiero hasta la muerte ¡

-la decía-

Fue su ultimo epitafio,

y ella…

 le creía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario