12.5.19

LA CASA

Isabel Sánchez Vizcaíno
Esa casa,
de paredes blandas con olor a mansedumbre. 
Esa casa, 
de cálidos amaneceres con
perfume de mimosas en el patio.
Esa casa, 
de infinitas raíces,
de engarzadas risas y sentidos llantos.
Esa casa,
que perforó y modeló entre sus muros
la estirpe de la abuela,
fruto que floreció a imagen y semejanza. 
Esa casa que latía entre gozos y sombras,
 rezumaba vida.
Esa casa, ese techo bendito,
con bondad infinita acariciaba el espíritu de quien moraba. 
Esa casa de piedra y alma
otorgó poder a los silencios.
Esa casa serena,
sucumbió con la abuela.
Esa casa,
desligó las puntadas que con tanto esmero ella bordó.
Esa casa noble,
 a su partida
 quedo desahuciada,
malherida y maltrecha. 
Esa casa sobria y tierna dejo de sentir,
esa casa en su ausencia…
se dejó morir.



2 comentarios:

  1. ¡Bendita casa que pervive en el recuerdo...!
    Un abrazo en la tarde.

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  2. Pues si Rafael, el recuerdo es dar vida y añoro los momentos felices aunque queden lejos. Un abrazo

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