I
Fueron las palabras
puntos suspensivos
en un
lenguaje de pasmos,
matiz
imprescindible para el desahucio,
cómo si
lentamente se desprendiera
con desgarro
irremediable.
II
Palpar el aura
cómo una pronunciación
al límite de la
inconsciencia,
descansar de
vivir
para modelarte,
suscitar la luz
para resurgir de
entre las miserias.
III
Por el lado
indecoroso de los vientos,
en días emboscados,
basta imaginar
unos ojos de lluvia para abrazarte.
IV
En mudanza ciega,
mis brazos tienen
hambre,
se desprenden como
poema descuartizado
y sin latido.
Pequeños latidos para escuchar atentamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael por escucharlos. Abrazote
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