y asfaltamos con
lirios todas las emociones contenidas.
Suplicamos como obsesos,
mil veces mil, el aire desde el exilio,
desde el desahucio,
desde el desahucio,
desde tumbas inconclusas,
desde todas las palabras que formaban versos,
desde todas las palabras que formaban versos,
y caían derrotadas
desmembrándose,
desde todas las arterias disecadas,
desde todas las arterias disecadas,
desde todo aquello
que brotaba execrable e inconcluso,
sin darnos cuenta de que sucumbíamos frágiles a un azul indeleble,
sin darnos cuenta de que sucumbíamos frágiles a un azul indeleble,
como si fuera un
talismán fascinante e inextinguible.
En pálpito de
dudas, nos lloró la voz,
con un lenguaje mudo,
se desangro la
rabia rompiéndonos las manos ,
y en desaires se nos asfixió
la mirada,
despojándonos del
delirio y la rabia
como un hecho
inalterable.
Adhesión y renuncia
sin germinar,
brotaron como ascuas
incandescentes,
límpidas y piadosas.
Algo conmovió las entrañas de los dioses,
trasmutó el éter de
todas las ideas,
pensamientos,
formas y palabras,
y floreció la voz,
brotando
ineludible se multiplicó,
como se multiplican
las rosas y las almas,
simplemente..
AMANDOsimplemente..
Como te decía sigo disfrutando de la ternura de tus versos para llegar a la más pura esencia de los mismos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche querida amiga.
Siempre agradecida Rafael. Besotes
ResponderEliminar