para confeccionar
este poema,
que un hilar de
sombras,
nostalgias,
y un enjambre de
palabras marchitas
ocultando el alarido
quedo.
El humo de unos pasos
en el aire,
como efímero recuerdo,
surcos de lágrimas
amargas,
como muescas
esculpidas en su honor.
Este saber respuestas
a costa de mil heridas,
este bordar palabras
en mi mortaja,
este caminar a
tientas
para no caer y lacerarse el alma,
este mirar las horas
desde dentro,
para seguir sintiendo,
este llorar callado,
mecido por embates de silencio.
Socavé todas las
primaveras
para caer en este
instante
perdiendo el límite
de cada ola,
desviví para renacer
sin pautas,
rectificando rutas
para seguir la huella,
que un devenir
postrero
en surcos,
manifestará en mi
palma.
Bonitos versos que me recuerdan un tanto a los de tu poeta preferido: Luis Rosales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael.
ResponderEliminarQue mas quisiera parecerme siquiera en sus comas. Bebo en sus aguas, ojala se pegue algo. Besos