Dime,
¿qué luz impávida alumbra tu retina,
convocando
a armonía mi tristeza?.
Dime,
el
secreto de tu boca,
que redime nostalgias con la oración de tu risa.
Dime,
el
idioma utilizado,
pálpito exento de
profundas ansias.
Dame el secreto escondido en tu alma,
para entonar una canción
que
no hable de ti.
Dame un solo fragmento en tu memoria,
y esculpiré tu nombre
en
las estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario