I
Tengo en la garganta un grito estanco
y en las manos una derrota anquilosada,
soy dueña de un corazón desmantelado
y de una bruma inanimada y brutal
que ciega los impulsos
e impide ver más allá del simple tacto.
II
Déjame llorar por dentro
sin que la voz estalle en mil pedazos y el corazón derrote en su latido.
III
Que nadie justifique mi ausencia
ni crucifique mis pasos,
porque sólo mio es el camino
y solo yo he de alcanzarlo.
IV
La vida a veces pesa tanto...
que vivir duele como un suplicio malsano.
V
Que pena que el aire y las ganas,
no sean bastante para abrazar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario