I
Ando descalza de motivos y desnuda de razones
para conjugar verbos que rubriquen otros días.
II
Ando descalza de motivos y desnuda de razones
para conjugar verbos que rubriquen otros días.
II
Se me escapa y no encajan las dudas primigenias,
de este olvido,
de este olvido,
reclamo insistente que no cesa.
III
Hay un frio mortal en cada ojo que no deja de gritar,
mientras la carne se agrieta entre alfileres.
IV
Sobra la certeza que dan las derrotas del camino,
para enlazar eslabones que rindieron pleitesía.
V
Cuando sorprende una mirada que palpita,
¡siento¡,
Hay un frio mortal en cada ojo que no deja de gritar,
mientras la carne se agrieta entre alfileres.
IV
Sobra la certeza que dan las derrotas del camino,
para enlazar eslabones que rindieron pleitesía.
V
Cuando sorprende una mirada que palpita,
¡siento¡,
aún no es tarde.
VI
Los silencios no matan,
comulgo con mis silencios,
todos tienen nombre propio.
VII
Las manos quedan mudas y duele el aire
cuando acosan las ausencias.
VI
Los silencios no matan,
comulgo con mis silencios,
todos tienen nombre propio.
VII
Las manos quedan mudas y duele el aire
cuando acosan las ausencias.
Son momentos de lluvia.
VIII
La nostalgia bautiza hoy el día con un golpe silente,
pálpitos moribundos asoman a la boca
VIII
La nostalgia bautiza hoy el día con un golpe silente,
pálpitos moribundos asoman a la boca
redimiendo exilios.
IX
Hay algo más despiadado que el silencio,
y es conocer nuestra propia mudez amortajada.
X
Mañana,
cuando el silencio sea en mí,
los ojos serán sombra amordazada de mis pasos,
las manos,
marchitas de vocablos,
enmudecerán,
tal vez permanezca el eco de mi nombre,
quizá,
ni el reflejo acústico podrá enlazar mi ausencia.
XI
Reniego de esta noche mendiga de palabras
que quedan a la sombra,
agazapadas,
temerosas del murmullo a escarcha que acontece,
del frío inmenso que quiebran los huesos ajados
de tantas muertes que quedaron en la boca.
XII
Un rumor se extiende por la piel,
llama insistente,
memoria de otros cielos,
que delata un rastro de claridad en otra hoguera.
Agua viva que reclama el regazo del torrente adormecido.
XIIl
Yo, que convoco la lluvia cuando olvido nombrarte,
que desdoblo mi sombra para prenderla en soledades,
reclamo tan solo un pedazo de luna para indultarte.
XIV
Me pierdo en marismas cuando bebo tu ausencia,
pero aún es pronto para doblar la tarde.
XV
Naufraga de palabras,
me sumerjo en orillas espesas de la noche.
Conciencia para tus manos sabias.
XVI
El reloj grita su tic-tac con vértigo,
con voz de escarcha sonríe,
el pasado siempre nos alcanza.
XVIl
Echo de menos la ternura
cuando el aire viste de vacío,
el frio entumece y se
encrespan las entrañas.
XVIII
Odio la adulación pegajosa
donde esconden la doblez los miserables,
dibujando una sonrisa a contrapelo.
XIX
Cuantas veces he pensado en clausurar la fantasía,
que hacen los momentos mas amargos
al salir de la abstracción.
XX
De tanto mezclar mi nombre con ausencias,
la memoria derrama sus impostas,
y no encuentro la sombra de mis pasos.
XXI
Hoy me dolieron más que nunca
sus miradas extenuadas,
la piel que habito
no soporta este atávico cansancio.
Excelente poemarío querida amiga, en esos latidos que tienen "vida propia" y son un eco de tantas almas buscando su antorcha por la playa.
ResponderEliminarEl video te ha quedado perfecto.
Un abrazo Isabel.
Rafael