18.5.22

LIBERACIÓN


 


 

Hoy he vuelto a decrecer,

he dormitado en la orilla del silencio.

 

Quise sentir de nuevo el candor entre mis manos,

destornillando años a golpe de tambor,

y noté morir las alondras en mi pecho,

la rabia en mis talones,

y una daga clavaba entre mis cejas.

 

He visto de nuevo

asesinar la inocencia a cuchilladas,

y sembrar desamparos un ayer,

hace mil años.

 

Lloré,

lloré por esa niña lapidada sin reservas,

por acotar su sueño adolescente de un zarpazo

y sentí la agonía de mil muertes en la boca.

 

Hoy quise volver a decrecer

y he sentido deshacerse la costra en el costado,

desprenderse la daga de los ojos,

y enterrado la ira

                                                              a la sombra de un ciprés.