Llueven
derrotas continuas,
llueven
cansancios,
acritudes,
temblores,
ausencias,
perfidias,
alevosías
en ir y venir incesante,
ráfagas,
tempestades,
derramando
angustia.
Como
único sosiego,
lluvia
a raudales en el pecho.
Llueve.
Llueven
palabras derruidas.
calles
de destiempos,
engranajes
herrumbrosos,
malicia
engalanada de inocencia.
Camino
impregnado en soledades,
torrente
en sinrazón de desatinos.
¿Cómo
atrapar desalientos fabricando olvidos,
desandarse
de experiencias
con
manos enfundadas en incredulidad y desaliento?.
Llueve,
llueve,
llueve.