No se cómo la
noche se apoderó del alma
para amedrentarla
de un sablazo
y dejarla a la
intemperie.
El tedio aguarda
bajo techado,
rocas de apatía.
Sabor amargo y
desesperado que
se incrusta y se
extiende en cada rincón,
amputando todo
impulso de sobrevivir,
Estación desolada
de infinitos,
sin horizonte
donde posar la mirada,
alimentar la
ilusión
de respirar un
poco más.
¿Cómo saborear
esa sensación que
llaman vivir
y poder sentir de
nuevo
el verdadero
deseo sin razones
que hace que el
mundo avance cada día?
Emoción que
acompasa cada latido,
cuando el
pensamiento tiene nombre propio
e invita a volar
en paralelo.
¿Cómo ser presa
en la mirada
que habla sin
palabras,
colmando deseos
sin requerirlos?
Cómo respirar
cada mañana
esa plenitud que
inunda el pecho
impregnando cada
poro de piel,
dando la fuerza
precisa
para posar un pie
tras el otro
y seguir caminando
con la soltura de
una danza,
ensayo de
milenios
Quiero alargar la
mano y acaparar el aire
bendiciendo cada
instante,
sin este
cansancio ancestral que se acumula
en cada
pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario